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Mostrando las entradas con la etiqueta Camino

Tu Amante Estoico

 ¿Quién te ha esperado más que yo? Si, no he sido un santo, no he encontrado el sosiego, ni calma; el secreto de mi supervivencia es una vida de tormenta que me lleva de cicatriz en cicatriz sin sopesar la perdida de alma tras cada realista despertar. He construido verdaderos personajes en la obscuridad e mi mente desde damiselas en peligro hasta hadas guerreras,  todas alimentadas de mis anhelos  y nostalgias etéreas. Me siento muerto, pero lloro con ciertas canciones, me conmuevo al filo de un libro; no estoy muerto, solamente estoy infinitamente roto, estoy vuelto una tormenta de arena que crea atardeceres perfectos, captura lunas ensoñadas y describe amores de leyenda. Eres tu a quien tomo de mi mano cuando sueño con estar lejos, eres tu a quien consulto cuando dudo antes de arremeter; eres tu quien se esconde en mis sueños cuando quiero ver tu rostro y despierto, eres tu la que guarda mis debilidades, mis más bajos momentos, mi naturaleza; eres tu quien guardo en mi alma para sabe

Automata

Quiero levantarme, quiero dejar de sentirme cansado, quiero dejar de sentirme derrotado, olvidado, solo. Estoy juntando mis piezas útiles, entre ruinas y pertrechos de guerra, una espada oxidada, besos que nunca di, cartas que nunca entregué, voy a dejar bajo el cascajo las palabras que nunca dije y las discusiones que mil veces gane en mi cabeza en desvelos sin fin, ya que descansen, ya las quiero olvidar. No quiero que limpien la zona de desastre, sería negar mi historia y naturaleza. No quiero que mi dolor y sufrimiento me vuelvan una víctima. Quiero que mi batalla me convierta en el Héroe de alguien más.

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

Al norte

 Te quiero escribir como si fuera el último día de la tierra, con el ímpetu que construía mi estructura, con la algarabía que nunca tuve a mi alcance. Cómo deseo que una coincidencia tan pequeña como un grano de arena en el universo sea tan basta en su interior para que nuestra historia viva ahí. Por las noches me pongo nostálgico, si; pero también acaricio la esperanza.

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

De nuevo en el camino

De camino al infierno llueve, llueve sobre mis alas. De camino a tu corazón estridente, ensordece la tormenta, dime tus razones, tu silencio por amar muéstrame el Otoño sosteniendo mi mano mañana mi pesar. De rodillas, espero, espero tu mano de camino a tu corazón, estridente, ensordece la tormenta, me abrazas y suspiras y suspiras todos tus temores. Aquí vamos de nuevo si me tomas de la mano mañana mi pesar y de nuevo si tomas mi mano mañana, mi tristeza, mi decadencia, mi rutina. Dile a él, dile tus razones, sostén su mano susurra, susurra. De camino al infierno, llueve, llueve de rodillas espero, espero que me tomes la mano una vez más.

Aferrado

Tengo roto el espinazo, hechos polvo los huesos, se me fugaron los sueños del corral y queda solamente desolación silente, maldita, invencible. Sin esperanza, sin plan B, atrapado en la camisa de mil espadas que yo mismo me construí la prisión perfecta a mi soberbía, a mis ganas de volar, mis absurdos llamados a cambiar el mundo, es una cárcel perfecta y aún así no será suficiente. Si tan solo pudierá brincar por encima de las montañas? Si tan solo pudiera quitarme la mierda de los ojos un segundo para ver el sol? Si tan solo encontrará ese grano de mostaza que deje guardado para emergencias? Si tan siquiquiera no estuviera tan roto por dentro, seguro tendría un plan, seguro podría buscar mis piezas y volver a comenzar, está vez no será así. No estoy muy seguro de que quedará de mi no estoy ni siquiera seguro que seré yo; tendré que buscar un rasgo que me recuerde a mi, aunque no sea familiar, aunque sea en lenguaje poético, aunque se esconda en las a

Tinto

Anidado en la soledad, desolado de mi mismo, de mis promesas y protocolos, no me dejo de buscar ante la noche más obscura, ahí estoy, siempre, absoluto, definido, pérfido, pervertido, retorcido, facilote. No recuerdo bien el filo de la navaja hasta que veo las líneas rojas en mi piel, no recuerdo bien cómo es que llegué hasta aquí hasta que miro detrás, en arcanas referencias prohibidas se citan mis obras, se maldicen mis actos y operetas pasadas, no puedo huir de mi leyenda, no puedo negar mi historia. Me siento despellejado, frágil, elemental e instintivo, y a la vez en el umbral de mi más perfecto estado, sé que detrás de esa esquina está el destino prometido, sé que este viaje ha valido la pena, sé que el camino hace al viajero, no el destino en sí; al canto del alba desenvaino de nuevo con una maestría ganada con práctica. Esta noche dejo correr mis letras sin tiempo, se encuentra el pasado, presente y futuro en este imago de quién soy, de qui