Te quiero escribir como si fuera el último día de la tierra,
con el ímpetu que construía mi estructura,
con la algarabía que nunca tuve a mi alcance.
Cómo deseo que una coincidencia
tan pequeña como un grano de arena en el universo
sea tan basta en su interior para que nuestra historia viva ahí.
Por las noches me pongo nostálgico, si;
pero también acaricio la esperanza.