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Mostrando las entradas con la etiqueta Ventrux

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

A veces la sombra de mi sombra, es todo lo que puedo ser.

No, no tengo tiempo, para rendirme, no tengo fuerzas para esperar, no sé si habrá camino alguno o si algún día podré llegar. Grito y no me escucho En calles vacías No me quedan letras Las nubes negras me persiguen a un lugar que llamo hogar He perdido con los ases en la bolsa, He soñado con volver Este silencio no lo llena nada. Voy a tomar mi espada, con destino a mi destino, voy a olvidar lo que he aprendido a cada paso, a cada latido. Te conozco a ti, el amor de mi vida, mi esperanza perdida voy a regresar, no sé cuándo, no sé si en esta vida, pero, aunque tenga que cazar estrellas por el cielo, y volver a cabalgar por las praderas de Edrón, más allá de mis más profundas heridas, he decidido salir de aquí, primero me arrastraré aprenderé a gatear, lograré caminar, recordaré como volar. He pasado mi vida corriendo siempre en camino, llegando a ningún lado de sueño en sueño, la mitad de la vuelta al mundo,

Ayeres

Perdía las noches y los días amando sin remedio, creyendo con tanta fe en un amor más del terreno de la religión qué el de la pasión Perdido en mis infinitos laberintos, anhelando tu presencia como si de una deidad te hubieras tratado y ambos sabemos que eres todo menos perfecta, buena quizá, Santa nunca. Luego otros días estuve estrellado en esos parajes de piel sin sentido, con una vehemencia animal, con la furia de un tigre huyendo del cautiverio que va tan rápido que se despintan sus rayas, desgarrando piel, desgarrando vidas, desgarrando historias, siempre con el miedo de que en un descuido me volvieran a arrojar a la jaula. Extraño en cierto sentido ese sentido de epopeya con el que te ansiaba, ese correr heroico, esa vida de tormenta, esas huidas a las tierras de la pasión que siempre acababan a deshoras. Extraño efectivamente sab

Tinto

Anidado en la soledad, desolado de mi mismo, de mis promesas y protocolos, no me dejo de buscar ante la noche más obscura, ahí estoy, siempre, absoluto, definido, pérfido, pervertido, retorcido, facilote. No recuerdo bien el filo de la navaja hasta que veo las líneas rojas en mi piel, no recuerdo bien cómo es que llegué hasta aquí hasta que miro detrás, en arcanas referencias prohibidas se citan mis obras, se maldicen mis actos y operetas pasadas, no puedo huir de mi leyenda, no puedo negar mi historia. Me siento despellejado, frágil, elemental e instintivo, y a la vez en el umbral de mi más perfecto estado, sé que detrás de esa esquina está el destino prometido, sé que este viaje ha valido la pena, sé que el camino hace al viajero, no el destino en sí; al canto del alba desenvaino de nuevo con una maestría ganada con práctica. Esta noche dejo correr mis letras sin tiempo, se encuentra el pasado, presente y futuro en este imago de quién soy, de qui