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Mostrando las entradas con la etiqueta dolor.

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

La Caída de la Noche

  Esa noche fue eterna, lapidante, álgida, con sueños labrados, con promesas rotas, sin finales felices; la noche ha caído como un talud, con silencio y obscuridad. No son pocos mis errores, son incontables mis perdidas, mis derrotas, mis huidas; valiente caballero fui, a qué pobre héroe se arrimo la princesa buscando salvaguarda codiciando paz; la noche ha caído como una eternidad con silencio y obscuridad. Este silencio tan irreal, de llamaradas en el cielo, de creaturas míticas; aquí, hoy, en este santo sepulcro, mueren esas visiones conspicuas de esperanza, pérfidas soñadoras de un futuro que no será; la noche ha caído como un cielo sin estrellas con silencio y obscuridad. Te quito el derecho a tener nombre, a ser narrada con ternura, a ser escabullirse con nostalgia, a ser recordada,

Aferrado

Tengo roto el espinazo, hechos polvo los huesos, se me fugaron los sueños del corral y queda solamente desolación silente, maldita, invencible. Sin esperanza, sin plan B, atrapado en la camisa de mil espadas que yo mismo me construí la prisión perfecta a mi soberbía, a mis ganas de volar, mis absurdos llamados a cambiar el mundo, es una cárcel perfecta y aún así no será suficiente. Si tan solo pudierá brincar por encima de las montañas? Si tan solo pudiera quitarme la mierda de los ojos un segundo para ver el sol? Si tan solo encontrará ese grano de mostaza que deje guardado para emergencias? Si tan siquiquiera no estuviera tan roto por dentro, seguro tendría un plan, seguro podría buscar mis piezas y volver a comenzar, está vez no será así. No estoy muy seguro de que quedará de mi no estoy ni siquiera seguro que seré yo; tendré que buscar un rasgo que me recuerde a mi, aunque no sea familiar, aunque sea en lenguaje poético, aunque se esconda en las a

Adicto

Al principio fuiste una atracción, sin nombre, sin voz, sin consecuencias. Entonces fuiste un placer, uno que se respira, uno que se escucha, uno al que se atenta, uno en el que se cree, uno que te hace cambiar, uno que te hace reír, uno que te da el sagrado derecho de soñar. Te convertiste en parte de mi, escondida en cada letra, escondida haciendo coro en cada canción, escondida en cada verso, escondida en cada calle, escondida entre mi tiempo y el tiempo del mundo, escondida para todos, menos para mi. Una adicción entonces, mi propia marca de cocaína, mi propia jeringa de heroína, mis alucinaciones, mis placeres ocultos, mis delirios, mi sentimiento de ser invencible, mis superpoderes para parar al tiempo, mi soberbia para pensar que nada cambiaría, que siempre serías mía, mi desdén por mi mismo. Mi perdición, más peligrosa que la heroína, más parecida al krokodil, tan destrozado por dentro que no me reconozco en el espejo, con la piel tan sensible que se me cae en días nublados, mi