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Denuedo

Cuando cae la noche, lo sabe cada parte de mí, cada célula, cada poro, cada sentido. No es un alarde absurdo, es más bien una herencia ganada, un legado construido, una idea trabajada, son años deambulando por las sombras, fue una renuncia a hacer todo bien, a seguir haciendo lo que todos esperaban de mí, si, es un acto de rebeldía, uno que me define, que me remite directamente a mi búsqueda de un lugar en el mundo, a una cruzada estoica por todas esas ideas en las que creo: muertas, oxidadas, arcaicas, ancestrales. No he caminado tantas veces hasta el alba desde lo más obscuro de la noche, para dejarte está noche a la deriva; no cabalgue en el lomo de mis bestias internas, ni domestique a mis complejos, ni le di vida a este complejísimo mundo de ideas en el que vivo, para dejarte sola al amanecer; no he peleado con las más sombrías creaciones de mi depresión y mis complejos, para no tener la capacidad de amarte; no he sido capitán de una tripulación en un viaje sin retorno a la ominos

Está Noche

Está noche no es una cualquiera, está noche no es pura casualidad, está noche es diferente, está noche es una plegaria con fervor, envuelta en el deseo de adentrarme en tu piel, desprovista de las leyes de la física, vuelta magia entre latidos, transgrediendo tu noche, jurándote mía. Está noche te abrazo y soy vigía de tu sueño en silencio, te respiro en el oído, me cuelgo de un mechón de tu pelo, está noche muerdo tus labios, te abrazo tan fuerte que te estrujo, te susurro que desencadenas en mi y con un beso, te abrazo en silencio para que la penumbra se vuelva amanecer.

Los Versos Perdidos (uno muy viejo, que me gusta mucho)

Los Versos Perdidos Quiero conocerlos, quiero verlos hoy frente a mi, quiero que vengan y me rindan pleitesía, quiero que me digan porqué no llegaron, quiero que me digan porqué no te besaron, porqué no te dijeron, porqué no estuvieron ahí conmigo cuando me estrelle a velocidad terminal, quiero que me digas qué te falto a ti, quiero saber donde estabas cuando yo me moría por ti, quiero saber donde están tus huesos ahora, que de los Versos Perdidos te contaré la leyenda, que de los Versos Perdidos hablaremos los amaneceres por venir, de días obscuros, de noches brillantes, con la luna opalina que coopera a la palidez de mis ojeras, me negaste las esencias de mi propia subsistencia, me niegas la palabra que merezco por estar aquí conteniendo a los fantasmas que tienen sitiado mi mundo, que detengo aquí para que no te aniquilen a ti, que detengo con todas mis fuerzas para que tu no seas su víctima, para que la razón de la justicia no caiga sobre ti.

Los Raros

Este es un texto especial, tiene algunos años que lo escribí, pero me mueve muchas cosas cada vez que lo leo. En fin, se aceptan comentarios. Los Raros No me voy a olvidar de cómo me hablaron la primera vez de Decroly, “Hay una escuela en Zamora donde dicen que los niños son medio extraños” No me voy a olvidar que años después una amiga de mi mamá le dijo que hay en Zamora había una escuela bien rara donde salían niños bien Raros, acto seguido mi madre le dijo que su hijo asistía a esa renombrada institución. No me voy a olvidar de Quinto, no solamente porque teníamos el salón más deseado de toda la escuela con una gran terraza sólo para nosotros, ni porque repetimos con Mauricio un Coordinador que ya era un viejo amigo para entonces, nuestro propio Indiana Jones como yo le decía. No, lo que no voy a olvidar es un día que me presentaron a un Coordinador, se llamaba Alain Kerriou y es que era? ¿Cómo decirlo? Raro. No se parecía a nadie que conociera, vestía de jeans, una chamarra de mez