No, no tengo tiempo, para rendirme,
no tengo fuerzas para esperar,
no sé si habrá camino alguno
o si algún día podré llegar.
Grito y no me escucho
En calles vacías
No me quedan letras
Las nubes negras me persiguen a un lugar que llamo hogar
He perdido con los ases en la bolsa,
He soñado con volver
Este silencio no lo llena nada.
Voy a tomar mi espada,
con destino a mi destino,
voy a olvidar lo que he aprendido a cada paso,
a cada latido.
Te conozco a ti,
el amor de mi vida,
mi esperanza perdida
voy a regresar,
no sé cuándo,
no sé si en esta vida,
pero, aunque tenga que cazar estrellas por el cielo,
y volver a cabalgar por las praderas de Edrón,
más allá de mis más profundas heridas,
he decidido salir de aquí,
primero me arrastraré
aprenderé a gatear,
lograré caminar,
recordaré como volar.
He pasado mi vida corriendo
siempre en camino,
llegando a ningún lado
de sueño en sueño,
la mitad de la vuelta al mundo,
me he mantenido ocupado
y no me puedo quejar de mi vida,
pero he desarrollado algunos vicios,
tengo mis adicciones
o más bien mis adicciones me tienen
a veces la sombra de mi sombra
es todo lo que puedo ser.
Me encuentro en la noche,
solo yo y mis pensamientos,
y esa luna lechosa,
corriendo por las calles mi corazón se acelera
las personas subestiman el valor de soñar,
esos que te ponen un límite,
aunque hay particulares sueños que no hay modo de alcanzar,
y la única guía que tengo en esta vida,
soy yo.