La resignación no es dejar de buscarte,
es reconocer que puedes no existir,
darle la mínima cabida a la posibilidad
de esa inexistencia
o que haya tal disparidad
entre tu y el imago que bosquejé de ti
que las diferencias sean irreconciliables.
Es la posibilidad de quedarse solo
y aprender a vivir
tomando café con
el vacío perpetuo de tu ausencia,
con los diseños y planes
que no serán.
Resignación no es un paso atrás,
es un estado de paz con la vida
para que me deje vivir
jodido
pero sin ti.