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Perfecta dicha

Eso eras para mí,
como cada copo de nieve,
como la primer gota de la lluvia,
como encender el radio y escuchar la canción que te gusta,
como una promesa de tiempos perfectos,
un mecanismo puro y mágico que marca en un pestañeo a cada cosa que importa,
una sonrisa y el mundo está en su lugar,
furia tras tus ojos,
ternura en el corazón,
y si me escuchas con atención
te diré que este tipo que aquí te escribe
que aquí te codicia
fue en otros días
mucho más que maligno
he vivido por y para la venganza
y no lleva a nada.

Toma mi mano
deja de odiar un rato
no busques redención,
no des perdón,
no deshagas el tuétano de tus huesos en absurdas vacilaciones
simplemente toma mi mano,
simplemente sueña.

Esto te lo digo a ti
Hada de mis últimos días
te lo digo perdiendo el aliento al soñarte
te lo digo soñando desmembrado en tu ausencia
te lo digo a ti para que lo leas con esos ojos que me envenenan,
te lo digo a ti para que no quede duda
si tú me quieres
usaré todo cuanto soy
para crearte un mundo nuevo cada día
he ahí la simplicidad de mi promesa,
he ahí la complejidad del desafió
si yo existo
haré que existan tus sueños;
si tú me quieres
yo te amaré;
si tú me amas
yo retornaré del infierno;
si tú me abrazas
a mi me deja de doler el alma;
si tú estás conmigo
si mi suerte regresa
si soy capaz de cambiar al destino
si tú estás aquí
quizá
y solo quizá
te pueda prometer el futuro más soñado que puedas tener.

Me queda fe,
Me queda amor,
Me queda estar aquí.

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