Cómo es que eres de él si ante fuiste mía y jamás renuncie a ti?
Cómo se reclama el cartógrafo de tu piel cuando lo sobrevolé tantas veces y no fui capaz de mancharla?
Cómo es que esa idea cruzo transversalmente al tiempo?
Cómo es que sobrevivió a los embates de las idas y venidas de las historias que parecían tan fundamentales y resultaron tan faltas de todo?
A los labios se les jura al pie de la luna con un beso,
al deseo se le nombra en un susurro que dura por siempre,
al aliento se le fuma en la agonia de la asfixia,
y no hay, ni habrá en está fuga de la realidad una idea
que acerque los destinos,
que enlace los brazos,
que zurza los besos,
e hilvane las rimas en una cadena sin fin
de tu espalda a tu cuello
de tu cuello al cielo.
¿Qué sabe un alma rota de poesia?
¿Qué sabe el oxido de mis huesos de promesas de pasión?
Te reclamo,
como aquel que reclama una isla desierta antes del tiempo,
mi frontera perdida,
mi deseo silente.
Cómo se reclama el cartógrafo de tu piel cuando lo sobrevolé tantas veces y no fui capaz de mancharla?
Cómo es que esa idea cruzo transversalmente al tiempo?
Cómo es que sobrevivió a los embates de las idas y venidas de las historias que parecían tan fundamentales y resultaron tan faltas de todo?
A los labios se les jura al pie de la luna con un beso,
al deseo se le nombra en un susurro que dura por siempre,
al aliento se le fuma en la agonia de la asfixia,
y no hay, ni habrá en está fuga de la realidad una idea
que acerque los destinos,
que enlace los brazos,
que zurza los besos,
e hilvane las rimas en una cadena sin fin
de tu espalda a tu cuello
de tu cuello al cielo.
¿Qué sabe un alma rota de poesia?
¿Qué sabe el oxido de mis huesos de promesas de pasión?
Te reclamo,
como aquel que reclama una isla desierta antes del tiempo,
mi frontera perdida,
mi deseo silente.