Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta leyendas

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

Sensaciones empolvadas

¿Te ayudo a enamorarte de ti?   ¿Te ayudo a entender los estragos que haces en mi mente?   En verdad sería útil que pudiera ayudarte a que compartieras mi espacio, mientras te abrazo y vemos la tarde convertirse en noche.   En verdad me es indispensable dejar de pasar noches sin escuchar tu respiración, sin deletrearte al oído cuanto te amo hasta que concilies el sueño.   Y entonces entras en esa tienda de antigüedades donde se exhiben las armas de mis días más obscuros, los vestigios de mis batallas más cruentas, de mis atardeceres más extraviados, de ese repertorio de sensaciones que amontone en una bodega para nunca tener que volver a verlas.   Y soplas con esa manera tuya tan tuya, levantando una capa de polvo de esas sensaciones; esas que me hacen lento, esas que me hacen soñador; esas que me hacen reír sin que nadie sepa el motivo; esas que me hacen entender la letra de todas esas canciones que regularmente detesto.   Cruza por mi mente esta idea de apostar lo que qued

El Beso Perfecto

Llevo un rato pensándote en la obscuridad, recorriendo la comisura de tus labios, admirando la linea de tus ojos, escuchando tu aliento. Maravillado en la arquitectura de tu espalda, boquiabierto en la majestuosidad de tu cuello, atónito en la extensión de tu piel, no quiero ser un turista más, quiero ser tu cartógrafo, tú curador, tú feligrés. En esta noche en silencio, en el cuaderno de mis insensateces, en la galeria de mis retorcidos renglones voy a atentar al manchar el cielo con mis bosquejos y es que te voy a diseñar el Beso Perfecto…

Adicto

Al principio fuiste una atracción, sin nombre, sin voz, sin consecuencias. Entonces fuiste un placer, uno que se respira, uno que se escucha, uno al que se atenta, uno en el que se cree, uno que te hace cambiar, uno que te hace reír, uno que te da el sagrado derecho de soñar. Te convertiste en parte de mi, escondida en cada letra, escondida haciendo coro en cada canción, escondida en cada verso, escondida en cada calle, escondida entre mi tiempo y el tiempo del mundo, escondida para todos, menos para mi. Una adicción entonces, mi propia marca de cocaína, mi propia jeringa de heroína, mis alucinaciones, mis placeres ocultos, mis delirios, mi sentimiento de ser invencible, mis superpoderes para parar al tiempo, mi soberbia para pensar que nada cambiaría, que siempre serías mía, mi desdén por mi mismo. Mi perdición, más peligrosa que la heroína, más parecida al krokodil, tan destrozado por dentro que no me reconozco en el espejo, con la piel tan sensible que se me cae en días nublados, mi

Ese lugar...

¿Recuerdas ese lugar? Ese que te conté, ese que te narré al oido cuando nadie nos veía, ese que te regale con una rosa de papel, con mi cara de asustado, con tus ojos siendo el faro de mi obscuridad. ¿Ya no lo recuerdas? Déjame refrescar tu memoria: tu serías Reina, yo tu Héroe por siempre, sin renglones torcidos, sin extravíos, sin perder el rumbo. En las fronteras del horizonte, junto a las colinas de gomitas, justo cerca de pilfur, lejos de los respectivos dragones que asolan la realidad en estos días. Un lugar descubierto en las aventuras temerarias por tu piel, en el cuento llamado “El Naufrago de tus Piernas” mapeado por Marco Polo, catalogado por Humboldt, diseñado por Leonardo. Donde nadie nos vencería, donde la única moneda de cambio entre tu y yo serían besos, donde el viento sólo existe para acariciar tu pelo, donde tu aliento puede impulsar el navio de mi vida, donde te haga caldo de pollo cuando tengas gripa, donde te diga “hey te puedo ayudar?” donde una noche de frio sea

Perfecta dicha

Eso eras para mí, como cada copo de nieve, como la primer gota de la lluvia, como encender el radio y escuchar la canción que te gusta, como una promesa de tiempos perfectos, un mecanismo puro y mágico que marca en un pestañeo a cada cosa que importa, una sonrisa y el mundo está en su lugar, furia tras tus ojos, ternura en el corazón, y si me escuchas con atención te diré que este tipo que aquí te escribe que aquí te codicia fue en otros días mucho más que maligno he vivido por y para la venganza y no lleva a nada. Toma mi mano deja de odiar un rato no busques redención, no des perdón, no deshagas el tuétano de tus huesos en absurdas vacilaciones simplemente toma mi mano, simplemente sueña. Esto te lo digo a ti Hada de mis últimos días te lo digo perdiendo el aliento al soñarte te lo digo soñando desmembrado en tu ausencia te lo digo a ti para que lo leas con esos ojos que me envenenan, te lo digo a ti para que no quede duda si tú me quieres usaré todo cuanto soy para crearte un mundo

Llamas, cenizas y besos

Donde hay deseo, hay fuego, y si hay fuego, alguien saldra quemado, pero solamente porque quema no significa que te va a matar, en el limite de la existencia está esa punta que corta, esa orilla de la nube, el filón de plata, donde nuestros límites se convierten en nuestras barreras, donde romperlas nos lleva más allá, donde la velocidad nos lleva al límite del control, a una versión un poco más perfeccionada, más vapuleada, más dañada, más pura y aproximada a ese sueño que tuvimos un día llamado ideal. El fuego no le hace nada a las piedras, el fuego no entra al mar, y ¡Caray! las cenizas no se queman, - que si lo sabre - el fuego no nace en el vacio, pero un suspiro es suficiente para avivarlo; un roce convierte un fosforo en un incendio forestal; un beso convierte una casualidad en una leyenda; un capcricho convierte a un cuerpo en una bolsa de huesos, a un alma en un fantasma, a una creación en un paisaje desolado. ¿Cuánto aguantarás abrazando las brasas? ¿Cuándo una quemadura

Territorial

Cómo es que eres de él si ante fuiste mía y jamás renuncie a ti? Cómo se reclama el cartógrafo de tu piel cuando lo sobrevolé tantas veces y no fui capaz de mancharla? Cómo es que esa idea cruzo transversalmente al tiempo? Cómo es que sobrevivió a los embates de las idas y venidas de las historias que parecían tan fundamentales y resultaron tan faltas de todo? A los labios se les jura al pie de la luna con un beso, al deseo se le nombra en un susurro que dura por siempre, al aliento se le fuma en la agonia de la asfixia, y no hay, ni habrá en está fuga de la realidad una idea que acerque los destinos, que enlace los brazos, que zurza los besos, e hilvane las rimas en una cadena sin fin de tu espalda a tu cuello de tu cuello al cielo. ¿Qué sabe un alma rota de poesia? ¿Qué sabe el oxido de mis huesos de promesas de pasión? Te reclamo, como aquel que reclama una isla desierta antes del tiempo, mi frontera perdida, mi deseo silente.

Silencio

No sé justo en qué momento tu mirada paso a través de mi, ni sé que tenía para ser capaz de cambiar mis fundamentos, para hacerme romper mis promesas; ni sé en qué justo momento aposté mi alma por ti. Ahora dudo lo cierto, admito lo dudoso, entrego sin condición mis rimas insanas y renglones retorcidos, ecléctico y alejado de la mortalidad me encuentro en ti, reducido a mi más mínimo estado, delirando en noches eternas de desvelo donde te niegas infranqueable a salir de mi cabeza; noches navegando temeriariamente desde el puerto de mi coherencia a donde mis sueños nacen. Quisiera que estuvieras aquí, justo frente a mi, quisiera ver tus ojos ahora mismo, quisiera pasar en limpio mis garabatos en tu espalda, quisiera explorar la extensión de tu piel a besos, perido en tus brazos un segundo eterno de paz y silencio. Los seres humanos no elegimos el momento para cruzarnos con alguien, sólo tenemos el poder para hacer nuestra voluntad en ese momento, esas son las dos fuerzas que nos hacen q

Milagros

Impío, retorcido, pervertido pérfido, penitenciario, ecléctico; ponderando las ideas, haciendo borrones en las notas del destino, me sobran las razones, un poco de café amargo, un cursor parpadeando, uno y mil fetishes retorcidos que guardo como ases bajo mi capa, mi mente está fugada de planta en el infinito, no vale ni la pena reclamarla a la cordura. ¡Carajo si yo cazaba estrellas en noches como está! ¿Acaso no arrancaba suspiros a punta de rimas? No deje una tarde del Otoño sin conquistar, ni una sonrisa que no pudiera robar. He decidido sentarme en el escritorio de nuevo, reemprender la crónica, explorar las posibilidades infinitas, y para variar dejaré de huir, básicamente porque 365 días después, con una pequeña haciendo un caos del caos de mi escritorio escribo como se llama el primer capitulo, de estos días de sol y promesas gigantes, tres letras: Z O E. Y es que es tan perfecta, sus manitas perfectas, sus ojos penetrantes su sonrisa que derrumbaría los muros de Jericho, y esa