Ir al contenido principal

Perfecta dicha

Eso eras para mí,
como cada copo de nieve,
como la primer gota de la lluvia,
como encender el radio y escuchar la canción que te gusta,
como una promesa de tiempos perfectos,
un mecanismo puro y mágico que marca en un pestañeo a cada cosa que importa,
una sonrisa y el mundo está en su lugar,
furia tras tus ojos,
ternura en el corazón,
y si me escuchas con atención
te diré que este tipo que aquí te escribe
que aquí te codicia
fue en otros días
mucho más que maligno
he vivido por y para la venganza
y no lleva a nada.

Toma mi mano
deja de odiar un rato
no busques redención,
no des perdón,
no deshagas el tuétano de tus huesos en absurdas vacilaciones
simplemente toma mi mano,
simplemente sueña.

Esto te lo digo a ti
Hada de mis últimos días
te lo digo perdiendo el aliento al soñarte
te lo digo soñando desmembrado en tu ausencia
te lo digo a ti para que lo leas con esos ojos que me envenenan,
te lo digo a ti para que no quede duda
si tú me quieres
usaré todo cuanto soy
para crearte un mundo nuevo cada día
he ahí la simplicidad de mi promesa,
he ahí la complejidad del desafió
si yo existo
haré que existan tus sueños;
si tú me quieres
yo te amaré;
si tú me amas
yo retornaré del infierno;
si tú me abrazas
a mi me deja de doler el alma;
si tú estás conmigo
si mi suerte regresa
si soy capaz de cambiar al destino
si tú estás aquí
quizá
y solo quizá
te pueda prometer el futuro más soñado que puedas tener.

Me queda fe,
Me queda amor,
Me queda estar aquí.

Entradas más populares de este blog

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

El Hombre de Paja

El Hombre de Paja No malinterpretaras o exageraras el argumento de una persona para debilitar su postura.   No soy un loco más, no soy por ningún motivo una molestia que denominaste pasajera; no soy tu príncipe, no soy tu rey y no cometas el error de pensar que después de tantas lunas soy una buena persona, honorable, sí; definitorio, absolutamente.   Los hombres buenos no tienen reglas, no las necesitan, su actuar es tan sencillo y correcto para el universo que pueden prescindir de ellas; esperemos que no llegue el día en el que tengas que saber porque yo poseo tantas y me resisto tanto a romperlas.   Si lo analizas, el hecho de vivir en tu olvido, de ser un recuerdo amargo no es razón alguna para estarlo y serlo.   A veces quisiera ir a la boca del infierno, al abismo más profundo, quisiera pelear, pero mis manos están rotas de tanto hacerlo, quisiera arrojarte al olvido por siempre, pero ese no sería yo, ese sería o