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Pancracio

Pancracio se desparrama por su sillón, levanta una oreja tratando de entender el ruido que hago, abre un ojo, prefiere hacer otra cosa, abre los dos y observa lo que ningún humano puede ver, se levanta y automáticamente se vuelve majestuoso, mira a la ventana con desdeño como si los rayos del sol no fueran tributo suficiente para merecer su atención. Lo veo a los ojos, me devuelve la mirada y estoy totalmente seguro que él sabe mucho más del universo, que yo, que Stephen Hawking, que la NASA; luego con su lengua limpia su mano y talla sus ojos; no me lo dirá, no me dirá nada, ni un maullido de verdad universal. Baja al suelo, se regodea, prueba sus músculos, camina evocando a sus primos superiores, como un león, come algo, bebe agua chapoteando. Retorna con ese mismo aire de felino místico, toma altura como si lo jalaran hilos mágicos jalados por hadas, con añeja gracia, con perfección animal, me lanza una mirada más, me presume cuanto sabe del todo, camina sobre sus huellas y se

Tus Tonterías

Estamos en tu consecuencia, más allá de tus peores sueños, me hiciste pedazos, te amo en pedazos; me obligas a estar lejos y te amo desde lejos; aniquilado, exiliado, sin ti, por ti, para ti, una gota de tinta y una lagrima que se lleva el viento. ¿Y qué carajos le hiciste a mi amor más temerario? Todo al demonio, le diste la espalda a todo por ignorancia, por testarudez, por absurda, por inocente.

El Camino del Héroe

Fui y vine, desde lo profundo del infierno hasta donde el cielo se vuelve negro; desde lo profano hasta lo santiguado. Reconozco bien el peso de mis pecados, no los voy a negar hoy no pienso pedir redención, mucho menos absolución; es tan claro el mundo al amanecer, es tan frío el último beso sin alma. Ya vienen a mi esos días malsanos donde tu fantasma esta casi vivo entre mis tripas, donde las leyendas viejas tienen sentido mucho más allá de mis recuerdos anacrónicos, mis desdén existencial o esa fuga de realidad en la que usualmente vivo lo mejor posible. Una parte de mi, piensa a menudo en ti de hecho desea que estés bien y que hayas encontrado lo que quiera que hayas estado buscando. Una parte de mi, no piensa mucho en ti pero cuando lo hace desea que estés mal, casi putrefacta, con la piel invadida de lepra, con el corazón hecho pedazos y al borde del abismo. Otra parte de mi te recuerda cuando todo falla, como una historia agridulce que deje atrás, te recuerda al cruzar las fron

Perfecta dicha

Eso eras para mí, como cada copo de nieve, como la primer gota de la lluvia, como encender el radio y escuchar la canción que te gusta, como una promesa de tiempos perfectos, un mecanismo puro y mágico que marca en un pestañeo a cada cosa que importa, una sonrisa y el mundo está en su lugar, furia tras tus ojos, ternura en el corazón, y si me escuchas con atención te diré que este tipo que aquí te escribe que aquí te codicia fue en otros días mucho más que maligno he vivido por y para la venganza y no lleva a nada. Toma mi mano deja de odiar un rato no busques redención, no des perdón, no deshagas el tuétano de tus huesos en absurdas vacilaciones simplemente toma mi mano, simplemente sueña. Esto te lo digo a ti Hada de mis últimos días te lo digo perdiendo el aliento al soñarte te lo digo soñando desmembrado en tu ausencia te lo digo a ti para que lo leas con esos ojos que me envenenan, te lo digo a ti para que no quede duda si tú me quieres usaré todo cuanto soy para crearte un mundo

Llamas, cenizas y besos

Donde hay deseo, hay fuego, y si hay fuego, alguien saldra quemado, pero solamente porque quema no significa que te va a matar, en el limite de la existencia está esa punta que corta, esa orilla de la nube, el filón de plata, donde nuestros límites se convierten en nuestras barreras, donde romperlas nos lleva más allá, donde la velocidad nos lleva al límite del control, a una versión un poco más perfeccionada, más vapuleada, más dañada, más pura y aproximada a ese sueño que tuvimos un día llamado ideal. El fuego no le hace nada a las piedras, el fuego no entra al mar, y ¡Caray! las cenizas no se queman, - que si lo sabre - el fuego no nace en el vacio, pero un suspiro es suficiente para avivarlo; un roce convierte un fosforo en un incendio forestal; un beso convierte una casualidad en una leyenda; un capcricho convierte a un cuerpo en una bolsa de huesos, a un alma en un fantasma, a una creación en un paisaje desolado. ¿Cuánto aguantarás abrazando las brasas? ¿Cuándo una quemadura

7 Aire

Nos divide aire, nos separa un trecho de aire y tu indómita necedad que se me pierde entre lo que llamas amor y el elixir de mis creaciones que tienen sabor a ti. Has de saber que tus obras en este orate han de trascender al tiempo y la razón, a mi y a ti, pero ese es una línea que aún no he de escribir. Aire entre nosotros, aire que me huele a ti, perdida que me recuerda a ti, vamos a reconocer que de todo tu eres la menos culpable, yo soy el entrometido, yo soy el que llego sin avisar, ¿Quién escribe está historia de aire putrefacto entonces? Porque al final del día yo volveré a ser quien debo tu también, pero la pluma estará en mi mano una flor cada Viernes porque es una historia que narró yo, porque en mi historia tendrá un final feliz, porque en mi historia si hay esperanza. Nos quejamos y redundamos en ese ser muerto llamado romanticismo, le damos vueltas a cada momento, pero quién ha colaborado a su deceso, ¿A quién le dejaron de gustar las flores? ¿Quién dejo de saborear las le

Territorial

Cómo es que eres de él si ante fuiste mía y jamás renuncie a ti? Cómo se reclama el cartógrafo de tu piel cuando lo sobrevolé tantas veces y no fui capaz de mancharla? Cómo es que esa idea cruzo transversalmente al tiempo? Cómo es que sobrevivió a los embates de las idas y venidas de las historias que parecían tan fundamentales y resultaron tan faltas de todo? A los labios se les jura al pie de la luna con un beso, al deseo se le nombra en un susurro que dura por siempre, al aliento se le fuma en la agonia de la asfixia, y no hay, ni habrá en está fuga de la realidad una idea que acerque los destinos, que enlace los brazos, que zurza los besos, e hilvane las rimas en una cadena sin fin de tu espalda a tu cuello de tu cuello al cielo. ¿Qué sabe un alma rota de poesia? ¿Qué sabe el oxido de mis huesos de promesas de pasión? Te reclamo, como aquel que reclama una isla desierta antes del tiempo, mi frontera perdida, mi deseo silente.