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Antiguedades del Viajero 3

Soy Yo soy Rodrigo Diaz, Capitán de los Cadetes de la Gascuña, Primogén de la Casa Lacroix, Mendigo del Amor, Aventurero y Héroe, Orgulloso y Mortífero, Vengativo y Destructor, Puedo ser todo cuanto quieras pero no nací para rogar y te ruego que me ames, de rodillas, con la espada envainada, por un carajo, exime nuestras diferencias y quita ya este yugo de mi amarte es mi razón de ser.

Antiguedades del Viajero 2

Círculo Completo Busco redención en las veredas de la herejía, en aquellos parajes sin nombre que inexpresen mi alma. Que poco sé yo de ti, que poco valor tuvo mi vida en la tuya, que poca trascendencia tuvieron mis palabras en ti y en mis actos. Noche bendita de matices clarobscuros no tendré a mi amada, no tendré sus besos, ni sus caricias, ni sus pechos escurriendo de mis manos como agua a mi pecho, no beberé su sudor con ser desértica, no encontraré mi nombre en sus labios al rasgar su espalda y el cielo, no recorreré a besos su columna vertebral hasta estrellarme en su ombligo, ni me tejeré en su pelo para fumarme su aliento, no serás testiga de mi naufragio entre tus piernas, ni de nuestras voces comiéndose el infinito, no buscaré sus llanuras como pálida nieve, no sobreviviré a ella, no caerán las estrellas sobre nosotros al tocar nuestras almas, no encontraré el calor para refugiarme del mortal invierno de mi desolación. Al cerrar el círculo me hiciste renunciar a ti y a tu exi

Antiguedades del Viajero 1

Sin Fe La poca fe que tengo se ha extraviado en el abismo de mi locura, ha muerto para dejarme vivir y  la cordura ha huido para dejarme decidir. La noche es el último refugio de mis deseos, donde navegan sin rumbo, se aferran a mis sueños, son náufragos de lo real. Ahora despierto de un largo letargo, y mi lugar es mío, todo lo que carece de un sentido se conforma en parte de mi y yo el vástago de la noche nacido en el lado obscuro de la luna desfallezco en el más puro de mis deseos, tu. 
Hoy rayo en lo más obscuro de mis sensaciones, si hoy me lo pides, seré tu príncipe, tu amante o tu esclavo, hoy al recordarte mi sangre consume mis venas, todo lo que soy se apostó en tu nombre y el día fue eterno en busca de tus brazos, al recordar tu silueta muero en deseos de abrazarme a ella, al ver tus ojos desee lo que en ellos residía, al sentir tu mano mis sentido se reanimaban haciéndose tuyos. Si hoy nuestros cuerpos se hubieran encontrado, hubiera sido presa de tus deseos hasta cumplir tu

Reminiscencias

Nadie tiene más derecho de odiarte que yo, nadie sobre esta tierra te puede detestar como yo, nadie hasta el fin del mundo te maldice como yo… Te quisiera fuera de este mundo, apagada, muerta, extinguida que yo supiera que estás callada en las tardes de otoño e inmóvil en las mañanas de invierno, no te quiero en este mundo conmigo y no me voy a ir, eso está decidido. Te deseo que te pudras en mi olvido, que te quemen las llamas del infierno y es que ahí es donde debes de terminar por lo que has hecho en contra del amor. Te maldigo, con todo el derecho que tengo, con toda el alma, ¡Te maldigo! Un día de otoño despertarás y tu belleza estará marchita, bajos tus ojos de cielo estarán mis ojeras ganadas desvelándome por ti; tu mirada no tendrá brillo, porque tu alma no podrá engañar a tus ojos, será simplemente tu mirada sin más; tus manos estarán ásperas, tus dedos cansados y nadie estará ahí para tomarla; un día en una mañana de otoño dejarás de ser lo que yo amaba y serás lo que esconde

La Adversidad confronta a los Hombres consigo mismos

Quiero tomar esa aventura, fuera de lugar, es una cuestión personal donde me ganaré el derecho a estar de pie, de nuevo, más allá del oxido que me cubre sin remordimientos. No necesito nada mejor que lo que tengo porque es mío, es acerca de otra cosa, de vagar por el mundo solo. Me quiero detener, antes de caer en ese gran agujero que cave y sé que alguien se siente como yo solía sentirme. No necesito nada más, aunque suene confuso, no le diré a nadie, guardaré ese pequeño secreto que tenemos, que al final nos era agradable ese sabor a arsénico y ese sulfuro en la piel. No necesito nada mejor suena demasiado complejo no hablar de nadie, solías divertirme, ahora me aburres tú estado estático, tú intento absurdo de no madurar, de no cambiar ese pequeño espacio en el universo que crees tan tuyo y que puedo borrar con un soplido. Porque te perderé Si, te perderé; Yo solía ser un buen hombre eso decían de mi, ahora no estoy seguro.

El Verso Impecable

Voy a honrar mis promesas hechas sobre tu piel, las mismas que confabule entre tonterías y bajezas, entre poesías desesperadas y respuestas iracundas, no me digas, no me creas que al final de este día no sabes quien soy, un día te escribí un Verso Impecable. Ya sea siendo tu poeta y tu mi musa; ya sea siendo tu héroe y tu mi damisela en peligro; ya sea siendo tu red y tu la trapecista; ya sea siendo tu mecenas y tu la artista; ya sea siendo tu hombre y tu mi mujer; ya sea siendo tu fuga y tu mi realidad. Aquí estamos de nuevo y al final, con tantas promesas rotas, con la piel resquebrajada, con los ojos cansados, con la historia incierta de cada ocaso, con el deseo absurdo de esa historia que yo arme contigo en el papel principal, lo creí con fervor religioso, tanto que un día, así como hoy te escribí un Verso Impecable en la piel. No le he tenido miedo a nada, te consta, te consta que fui al fin del mundo, te consta que desafíe a la muerte, te consta que me bebí cada copa de tinto, qu

"voy a dar de cenar"

Así es como se parte una alegoría de sueños rotos, unas ganas que no causan sino canas y una que otra rabieta para no aburrir, para no parecer. “voy a dar de cenar” es la voz de la razón cortando las alas del corazón, es un silencio obligado que da sazón a una mesa de mentiras a una niña jugando a la casita. “voy a dar de cenar” ¿Qué no te sabe un poco amarga la epístola? ¿No te sabe la sopa como si fuera Maruchan? ¿No sientes la vacuidad en los chícharos? De tener un espíritu que prometía grandes viajes a las fronteras de lo incierto, a donde nadie había estado antes; de sabores inciertos; de amores profesados; de letras arbitrarias, de rimas infieles, de versos promiscuos. Una musa es un amor confesado pero inconfesable, es la partitura del deseo repleta de silencios, repleta de bemoles, atestada de muletillas. Es una promesa que esta, que es, que podría ser, y he ahí donde reside su magia en las posibilidades infinitas que nos fueron conferidas con esa estupidez de Dios que algunos