Ir al contenido principal

Aferrado

Tengo roto el espinazo,
hechos polvo los huesos,
se me fugaron los sueños del corral
y queda solamente desolación
silente,
maldita,
invencible.

Sin esperanza,
sin plan B,
atrapado en la camisa de mil espadas
que yo mismo me construí
la prisión perfecta a mi soberbía,
a mis ganas de volar,
mis absurdos llamados a cambiar el mundo,
es una cárcel perfecta
y aún así
no será suficiente.

Si tan solo pudierá brincar por encima de las montañas?
Si tan solo pudiera quitarme la mierda de los ojos un segundo para ver el sol?
Si tan solo encontrará ese grano de mostaza que deje guardado para emergencias?
Si tan siquiquiera no estuviera tan roto por dentro,
seguro tendría un plan,
seguro podría buscar mis piezas
y volver a comenzar,
está vez
no será
así.

No estoy muy seguro de que quedará de mi
no estoy ni siquiera seguro que seré yo;
tendré que buscar un rasgo
que me recuerde a mi,
aunque no sea familiar,
aunque sea en lenguaje poético,
aunque se esconda en las arrugas de mi frente,
aunque se oculte en las ojeras de mis ojos.

Una pizca de mostaza,
una espada oxidada,
una idea,
un instante,
eso es todo lo que necesito...

Entradas más populares de este blog

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

El Hombre de Paja

El Hombre de Paja No malinterpretaras o exageraras el argumento de una persona para debilitar su postura.   No soy un loco más, no soy por ningún motivo una molestia que denominaste pasajera; no soy tu príncipe, no soy tu rey y no cometas el error de pensar que después de tantas lunas soy una buena persona, honorable, sí; definitorio, absolutamente.   Los hombres buenos no tienen reglas, no las necesitan, su actuar es tan sencillo y correcto para el universo que pueden prescindir de ellas; esperemos que no llegue el día en el que tengas que saber porque yo poseo tantas y me resisto tanto a romperlas.   Si lo analizas, el hecho de vivir en tu olvido, de ser un recuerdo amargo no es razón alguna para estarlo y serlo.   A veces quisiera ir a la boca del infierno, al abismo más profundo, quisiera pelear, pero mis manos están rotas de tanto hacerlo, quisiera arrojarte al olvido por siempre, pero ese no sería yo, ese sería o