Ir al contenido principal

Inimposible

Carajo como tengo ganas de escribirte,

como tengo ganas de encontrar

en ti esos brazos que sé

no encontraré

en otro lado.


Por un demonio como tengo ganas de besarte,

por mil demonios como tengo ganas de morderte,

de apretarte,

de desesperarte,

de consumirte,

de estrujarte,

de despertarte,

de arte

y todo lo que termine en rte.


A veces quisiera ser tu príncipe,

aunque me costará ser quien soy;

cambiar la hoja,

olvidar nuestros errores

y construir ese reino que soñé,

desde siete escalones arriba del suelo.


Todo imposible esta lleno

de posibilidad cuando se trata de ti;

todo imposible deja de ser improbable,

no por ello posible,

no por ello factible,

pero nunca imposible,

Inimposible entonces,

mi palabra creada para ti,

un mundo contenido en una palabreja

absurda que el niño que guardo inventó

para enfrentar la realidad.


Concepto poco trivial,

más que profundo,

idea desmedida

con dos cucharadas de magia,

un costal de besos que estaban por saber rancios,

trece mil litros de sudor,

cuatro carreteras pavimentadas en saliva por tu espalda

desde aquí hasta el mar y después hasta el cielo.

Le voy a agregar 1001 amaneceres

y 2002 ocasos,

un invernadero de rosas rojas,

un repertorio de mis más absurdas tonterías

esas,

justo esas que te hacen destornillarte de risa,

una cucharadita pequeñita de esperanza.


Una pluma fuente

que no escribe con la mano

sino con los labios

y unos 4.5 trillones de litros de tinta.

Le voy a agregar una caja de compactos viejos,

y una suscripción Premium a Blockbuster,

así como la colección completa de los Drs. House y Grey,

una caja grande de aspirinas (por aquello de que algún día me salgas con que te duele la cabeza).

Una ventana,

si, una ventana que abras y siempre sea un amanecer nuevo.


Cuatro arbustos de fresas,

un barril de chocolate liquido,

un diccionario de italiano,

uno de francés,

un Kamasutra ilustrado,

una cajita de perversión,

y Hamlet de Shakespeare

nada más por no dejar.


Pongamos

un mes tacos al pastor,

un mes de pizza,

un mes de sushi,

quince días de quesadillas

todo para repartir uniformemente.

Un tinaco de Coca-Cola con azucar,

una cisterna de café sin azucar,

ah y un pie de queso

y uno de manzana.


Por aquello de que algo básico falte

le dotaré de Internet Inalámbrico,

total todo está en Internet

y Google todo lo sabe.


Y mis dos brazos para que te abracen por siempre,

y mi pecho para que sea tu almohada,

y mi hombro izquierdo para las lagrimas,

y mi hombro derecho para los mocos,

y un rollo de toallas para mis hombros;

y nada más tengo dos oídos para escucharte

y dos ojos para verte

y tendrán que bastar;

y un mundo como antes de Colón para conquistarlo,

y una Luna de octubre, perpetua y pálida cada noche.


Quiero que le pongas seiscientas hojas de pre-perdón a mi favor firmadas,

por aquello de esos días difíciles

que tu y yo sabemos que tienes.

Un reloj de manecillas descompuesto,

para que creamos que el tiempo se detuvo por siempre

y no le voy a agregar “felices para siempre”

ni “vida sencilla”

solamente diré:

No te preocupes, todo estará bien.





----------------
Now playing: Brian Tyler - The Golden Path
via FoxyTunes

Entradas más populares de este blog

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

El Hombre de Paja

El Hombre de Paja No malinterpretaras o exageraras el argumento de una persona para debilitar su postura.   No soy un loco más, no soy por ningún motivo una molestia que denominaste pasajera; no soy tu príncipe, no soy tu rey y no cometas el error de pensar que después de tantas lunas soy una buena persona, honorable, sí; definitorio, absolutamente.   Los hombres buenos no tienen reglas, no las necesitan, su actuar es tan sencillo y correcto para el universo que pueden prescindir de ellas; esperemos que no llegue el día en el que tengas que saber porque yo poseo tantas y me resisto tanto a romperlas.   Si lo analizas, el hecho de vivir en tu olvido, de ser un recuerdo amargo no es razón alguna para estarlo y serlo.   A veces quisiera ir a la boca del infierno, al abismo más profundo, quisiera pelear, pero mis manos están rotas de tanto hacerlo, quisiera arrojarte al olvido por siempre, pero ese no sería yo, ese sería o