Ir al contenido principal

El Lado Obscuro de tu Almohada

¿Dónde diablos estás?

¿Dónde diablos estás si mi?

Mírame a los ojos cuando te digo que no te dejo,

Mírame bien cuando te explico que no me he ido,

¿Tu crees que todo este tiempo que ha pasado algo a cambiado en mi?

¿En verdad crees que hice mal en el pasado?

En retrospectiva me miro,

te miro,

lo volvería a hacer una y mil veces,

mismos pasos.

No he aprendido a vivir sin tu piel,

esa misma que nunca tuve,

esa misma que me negaste una y otra vez,

pero de ti nacen mis letras, de ti nace mi dolor,

pero todo apunta a ti, pero mi destino se aleja,

pasan las noches moribundas y tu sigues aquí, resquebrajando mis huesos,

erosionando mi esperanza y mi piel,

vivo doblado de dolor al pensarte,

al recrearte y aún sigo aquí.

Ahora estás frente a mi,

no me interesa que no te interese estar,

no me interesa que no quieras estar,

despiertas de un sueño que no es tuyo,

avísame si quieres gritar,

porque no hay nadie cerca.

Ni te resistas a mi, hoy no,

no aquí.

Hazme saber si te aprietan las cuerdas,

si te duelen tus muñecas.

Lentamente te despojo de tu ropa,

descubro esa piel pálida que tanto he ansiado,

dibujo este mapa que prometí hace tanto tiempo,

me cuelgo de tus hombros

y si me sigues golpeando,

te seguiré besando.

Lentamente te despojo de tus prendas intimas,

lentamente avanzo por tus tesoros, esos que me niegas,

lentamente dibujo esas líneas que sabía existían,

en las que creía con fe ciega y nunca conocí,

¿Ahora entiendes que te amo?

¿Tienes un espacio en tu pequeña cabeza para mi?

Más te vale que lo tengas,

porque no he detenido a todos ellos para que te hagan pedazos por gusto,

aniquilantes suspiros perdidos,

entre el odio que me tienes y el amor que te profeso,

por tantas veces que me despreciaste,

por esos terrenos que solamente tu creías conocer,

mi alma se desgaja encima de ti,

ni siquiera mis malditas lágrimas conmueven a tu maldito ser,

¡Mírame!

¡Mírame a los ojos!

¡Repíteme que no te quiero!

A diez centímetros de ti dime que él te quería más,

dime que el te tiene la devoción que yo te tengo,

dime que el no te abandono, yo nunca lo hice.

Cuando todo acabo,

cuando todo se hablo,

en ese maldito día que decidiste traicionarme,

en ese día que tu sola decidiste ser mi enemigo,

tu sabías que nada me detendría,

me hiciste doblegar mi venganza,

tragarla hasta que enveneno mi alma,

todo para salvarte,

como si hubiera valido la pena.

Tanta desilusión,

tanta desolación,

todo para que nuestros destinos queden en manos de la vida,

todo para amanecer rogando por encontrarte,

sabiendo que nunca lo haré.

Está noche eres mía,

cada célula, cada molécula de ti,

lo quieras o no,

es el pago infeliz de una deuda de la vida conmigo,

en el lado obscuro de tu almohada,

mi lengua beberá tus lágrimas saladas,

mi barba va a hacer llorar a tus pezones,

mi respiración es el ultimo aire que te queda en este mundo

y si no entiendes eso,

no me interesa.

Aunque mañana despierte hecho pedazos una vez más,

aunque no pueda volver a caminar,

aunque no pueda volver a ver,

¿Es tan difícil escribir una historia juntos?

¿Es tan difícil que entiendas?

Una parte de ti va a morir hoy, aquí;

yo estoy muerto desde antes de empezar,

desde que te fuiste.

¿Gemido o quejido?

Es tu decisión,

solamente para que entiendas lo magnánimo que soy contigo,

por las buenas o de cualquier otro modo,

en silencio,

en las sombras,

quiero arrancarte la piel,

quiero morderte,

quiero que seas lo único en el mundo,

quiero mirarte sin tener que estar oculto,

quiero escucharte sin robar palabras que no son para mi,

quiero que me mires con algo más que desprecio,

quiero que 7 años de historia y dolor no se conviertan en un maldito cráter,

creí que podría sacarte de mi mente,

creí que podría mutilarte,

daría mi pellejo con gusto por sacarte de mi,

aunque muriera en un segundo,

sería un segundo sin ti,

un segundo antes de ti,

en el lado obscuro de tu almohada.

Entradas más populares de este blog

Anhedonia

  Del griego ἀν-: an- ‘falta de’ y ἡδονή: hedoné ‘placer’ es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, aunque puede estar presente en otros trastornos, como por ejemplo, en algunos casos de demencias, trastornos psicóticos y el trastorno esquizoide de la personalidad. La ausencia de dopamina en el cerebro causa anhedonia.   Perdido más allá de cualquier frontera que creí cruzar, sobreviví a todo lo que me causaba miedo y a todo lo que pensé incierto, todas las arenas movedizas, todos los pantanos de desesperanza, los enemigos, adversidad y todos mis reductos melodramáticos del bien contra el mal.   He de confesar que estoy decepcionado de esa vieja y conocida enemiga llamada: vida; aunque ninguno saldremos vivos de ella ciertamente esperaba

Ad hominem

Ad hominem No atacarás a la persona, sino al argumento   Tengo tantas promesas rotas pesando sobre mi, y no puedo deshacerme de una sola, no puedo atentar a dejarlas de llevar en mi.   No he perdido por ser quien soy, por el contrario, fui estoico e inexorable, más allá de toda duda más allá de toda razón, nunca en mi historia podrán decir que ceje en mis intenciones, en mi Código, un Código de hombres muertos, de leyendas desoladas, de héroes acaecidos, de aquellos cambiaron el mundo porque era lo correcto por hacer y no espero un destino distinto, por el contrario, espero merecerlo algún día.   No me dejaste de amar porque yo fuera diferente, me dejaste de amar porque muy a mi pesar deje de ser necesario en tú vida el día que te rescate de lo que fuiste y los héroes solo existimos al ser necesarios, esa mentecata necesidad nos da nuestra razón, nuestro pilar, nuestro sentido; eres la paradoja más triste de mi vida, a

El Hombre de Paja

El Hombre de Paja No malinterpretaras o exageraras el argumento de una persona para debilitar su postura.   No soy un loco más, no soy por ningún motivo una molestia que denominaste pasajera; no soy tu príncipe, no soy tu rey y no cometas el error de pensar que después de tantas lunas soy una buena persona, honorable, sí; definitorio, absolutamente.   Los hombres buenos no tienen reglas, no las necesitan, su actuar es tan sencillo y correcto para el universo que pueden prescindir de ellas; esperemos que no llegue el día en el que tengas que saber porque yo poseo tantas y me resisto tanto a romperlas.   Si lo analizas, el hecho de vivir en tu olvido, de ser un recuerdo amargo no es razón alguna para estarlo y serlo.   A veces quisiera ir a la boca del infierno, al abismo más profundo, quisiera pelear, pero mis manos están rotas de tanto hacerlo, quisiera arrojarte al olvido por siempre, pero ese no sería yo, ese sería o